
Robar autos nunca es una decisión inteligente , pero es especialmente cuestionable en ciertas circunstancias. Los criminales de esta historia evidentemente no eran muy brillantes. Robaron
Porsches de alta gama , dejaron un rastro de pruebas y no llegaron muy lejos antes de que los agentes los atraparan. Ahora, en lugar de cosechar las recompensas de su delito al sur de la frontera, se enfrentarán a una pena de cárcel considerable.

El incidente ocurrió en El Paso, Texas, el 12 de marzo. Los autos en cuestión incluyen un Porsche 911 de 1971 , un Porsche 911 de 2014, un 911 Turbo de 2007 y un Porsche 911 de 2024. Huelga decir que son autos deportivos caros que llaman la atención en casi cualquier lugar. Probablemente, esto sea aún más cierto en un lugar como El Paso.
La agencia de noticias local KFox14 obtuvo los registros policiales relacionados con el caso. No presentan una imagen de genios. Evidentemente, el grupo de cuatro hombres perforó unos paneles de yeso a través de un negocio independiente conectado a un almacén. Una vez dentro, se llevaron los autos y se fueron, pero no fueron muy lejos. No es que la policía los atrapara antes de que pudieran irse; más bien, por alguna razón, simplemente no fueron muy lejos.

Los cuatro sospechosos abandonaron dos de los autos en callejones cercanos. De hecho, se informó que uno estaba a cinco minutos de la escena del crimen. El otro, a seis minutos. Curiosamente, la policía encontró otro a solo cuatro minutos, en 160 N. Cotton St., y detuvo a dos sospechosos en ese mismo instante.
Al parecer, los sospechosos soñaban con una fuga internacional. Las autoridades afirman que uno de los hombres admitió cuál era el plan: llevar los autos a México y venderlos. Evidentemente, los sospechosos creían que podrían cruzar la frontera con los autos por el Puente de las Américas. La misma persona dijo que esperaba quedarse con al menos uno de los autos obtenidos en el atraco.

Toda la operación se desencadenó en tan solo seis horas. Los sospechosos —Corey Dana Reed, de 37 años; Juan Reynaldo Ochoa, de 43; Milton Castilleja, de 36; y Luis Miguel Ubieta, de 42— ni siquiera lograron cruzar la ciudad, y mucho menos salir del país.
Al final, ninguno de ellos podrá conservar los autos, pero tendrán al menos una entrada más en sus antecedentes penales.
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